Este Señor es Fidel Delgado, el hombre que a parte de enseñar tiene un sentido del humor muy peculiar, con el que me río a gusto de mi misma.
La mano que os echo es la mía, pero también la vuestra, pues como dice Fidel, somos her-manos. Así que espero que os llegue tan profundo como a mi me llegó.