La cuestión está en el fruto.
Eso que anhelamos, comparándolo con el fruto de un árbol, requiere de un proceso, tiempo, creatividad, riego, luz, sol, muchas más cosas que no vemos y sobretodo amor.
-Pon tu mente lo más en blanco que puedas.
-Imagínate con aquello que deseas, que ya lo tienes y que lo estás disfrutando.
-Quédate en ese estado 10 minutos al día, cuando despiertes y cuando te acuestes.
-Ten fe de que está de camino, entre ese objeto de deseo y tu hay solo una pequeña distancia de tiempo y espacio que pronto se salvará.
Esta es la receta mágica que te dará todo cuanto desees. Y, cuidado con lo que deseas que lo más probable es que se cumpla.
Pd: muy importante: mantente consciente.